“Tres Hermanas” hace referencia al proceso de los pueblos nativos de Estados Unidos de plantar maíz, frijoles y calabazas juntos. Cada uno de estos cultivos contribuye de manera significativa al crecimiento del otro. Aunque pueden crecer individualmente, crecen mejor juntos. Lo mismo pasa con nosotros, los humanos, si pensamos en los alimentos: no solo lo que comemos es importante. Por qué comemos y cómo comemos son consideraciones igual de importantes con respecto a la “alimentación” de nuestra felicidad y calidad de vida.
Claro, la nutrición es esencial cuando hablamos de alimentos. Queremos que nuestro cuerpo reciba los nutrientes que necesita para funcionar bien y poder disfrutar la vida sin dolor, malestar ni enfermedades. Por ejemplo, comemos y bebemos lácteos para obtener más calcio y tratar de mantener los huesos sanos; o tal vez un médico nos aconseja limitar el consumo de sal para tratar de bajar la presión sanguínea. Las vitaminas, los minerales y otros nutrientes que brindan las frutas, los vegetales, los cereales integrales, las proteínas magras y los lácteos son necesarios para que el cuerpo funcione apropiadamente.
El disfrute es otra parte importante de la alimentación. Muchas ocasiones en las que comemos están relacionadas con las emociones. Ya sea que se trate del primer bocado de un pastel de bodas, una cena de cumpleaños o agua fresca después de un entrenamiento sudoroso, muchos alimentos y bebidas se asocian a sentimientos de disfrute. Por ejemplo, el pavo y los platos con calabaza, camote y calabaza de invierno se suelen disfrutar por tradición y celebración en esta época del año. Al igual que la nutrición, el disfrute es una parte importante de nuestra forma de comer y puede influenciar nuestras decisiones alimentarias.
El papel de la comunidad también tiene gran influencia cuando hablamos de alimentación. La alimentación da vida, entonces, cuando compartimos alimentos, compartimos amor y buena voluntad para con el otro. Nos podemos unir a la comunidad por medio de la alimentación comiendo con amigos y la familia, dando la bienvenida a vecinos nuevos con comidas caseras, cocinando o recolectando alimentos juntos, e incluso compartiendo un festín de Día de Acción de Gracias. Los alimentos nos unen y pueden ser, además, una forma de apoyar decisiones de alimentación más saludables.
Este noviembre, recuerde las “Tres Hermanas” de la alimentación: nutrición, disfrute y comunidad. Podemos tener una comida con solo uno de estos elementos, pero se disfruta mejor y es más beneficiosa si tenemos los tres.
Escrito por: Macey Uzzell, técnica estudiante, redes sociales de Mejor Vida para los Tejanos (Better Living for Texans, BLT)
Fuente: Sisters: Practical Aspects https://www.nal.usda.gov/collections/stories/three-sisters
Receta del mes: Sopa de las Tres Hermanas Nativoamericana
Adaptado de: Alianza Cooperativa Internacional
6 porciones Ingredientes:
- 2 libras de calabaza de invierno (ejemplo: calabaza moscada o calabaza bellota)
- 1 cucharadita + 1 cucharada de aceite de oliva (reemplazo: otro aceite que prefiera)
- 1 cebolla pequeña picada (aproximadamente 1/2 taza)
- 2 cucharadas de ajo picado
- 1 cucharadita de tomillo seco
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de pimienta negra molida
- 1 cuarto de galón (32 onzas) de caldo de verduras reducido en sodio (reemplazo: agua)
- 1 hoja de laurel
- 1/4 taza de vinagre
- 1 lata (15 onzas) de maíz sin sal agregada
- 2 latas (15 onzas) de alubias sin sal agregada (reemplazo: frijoles a elección)
- 2 cebollas de verdeo cortadas en rodajas
Instrucciones:
- Precaliente el horno a 400 °F. Corte la calabaza por la mitad y retire las semillas. Untar el interior de la calabaza con 1 cucharadita de aceite de manera uniforme. Ásela con la parte cortada hacia abajo en una bandeja de horno durante unos 40 minutos o hasta que se ablande. Deje que se enfríe.
- Junte la pulpa de la calabaza y todo el líquido que haya quedado en la bandeja y colóquelos en una licuadora. Licue hasta que el contenido quede suave.
- Saltee cebollas con 1 cucharada de aceite en una olla grande a fuego medio hasta que se doren. Agregue el ajo, el tomillo, la sal y la pimienta negra; revuelva hasta que el ajo se dore.
- Vierta caldo de verduras y agregue el laurel, el vinagre y la calabaza. Deje que la sopa hierva a fuego lento durante unos minutos. Agregue el maíz y los frijoles, y deje que se cocinen a fuego lento durante unos 20 minutos. Retire la hoja de laurel. Adorne con cebollas de verdeo y disfrute este plato de sopa saludable.
Nutrientes por porción: 230 calorías, 5 g de grasa total, 0.5 g de grasa saturada, 0 mg de colesterol, 430 mg de sodio, 44 g de carbohidratos, 8 g de fibra, 10 g de azúcar total, 1 g de azúcar agregado y 7 g de proteínas